Sábado, 5 de marzo 2011
Por: Jaime Salinas
Para cualquier buen funcionario público, su más básico sentido común (que para algunos parece ser el menos común de sus sentidos) le indica que para realizar cualquier emprendimiento serio y sensato, primero se establece un plan estratégico de lo que se desea hacer al mando de un cargo importante, luego se prioriza la atención de lo más urgente y se trazan las necesidades básicas del público objetivo al que se tiene la obligación de atender y a continuación se empieza por construir los cimientos de lo que será el gran reto de convertir a Lima en una ciudad segura, ordenada, limpia y con servicios básicos para todos por igual.
A partir de estas premisas fundamentales se toman decisiones pensadas con criterio social de cómo beneficiar a las mayorías y sus necesidades básicas para elevar su calidad de vida y así puedan llevar una vida digna. Por ejemplo, ¿sabía usted que según la Policía Nacional, hasta inicios de febrero de 2011 se han producido 64 asaltos graves en Lima y el Callao por los llamados “marcas”? ¿Sabía Ud. que a diario son asesinadas jóvenes mujeres producto de la violencia sexual? o ¿Sabía Ud. que casas y negocios privados siguen estando a merced de las bandas de asaltantes? Pues información de este tipo, técnica y clara es relevante para construir los cimientos de una buena estrategia contra la inseguridad ciudadana, tema de emergencia para los vecinos de Lima.
Resolver estos problemas requiere decisión y saber cómo hacerlo, pero sobre todo un plan de prioridades más aún cuando hay acciones que podrían implementarse inmediatamente y a un costo reducido para la ciudad como por ejemplo, unificar los sistemas de comunicación de los casi 9,000 serenos de la ciudad o coordinar con las empresas privadas de seguridad para que se integren a la red de informantes de la PNP los más de 50,000 vigilantes privados que existen en nuestra capital (a costo cero para Lima y me consta de la disposición de los dueños de estas empresas a apoyar de manera decidida y gratuita esta iniciativa), pero nuevamente éstas y otras soluciones a corto plazo y aquellas que sean producto de la formulación de estrategias pensadas e inteligentes se pueden realizar si se tiene una visión clara, una decisión firme, transparencia de intenciones y una lectura real y sensata de los problemas prioritarios de la ciudad.
Sin embargo cuando se cree (de manera equivocada, sospechosa e irresponsable por cierto) que el problema prioritario de los limeños pasa por remodelar la playa la Herradura a un costo de casi 12 millones de soles para que algunos pocos tengan un lugar donde broncearse un par de meses al año y como dijo uno de los regidores de FS para que puedan volver a correr olas a pechito como en sus años mozos se está cometiendo un uso y abuso irresponsable de los escasos recursos de la ciudad en temas frívolos y banales. Suena gracioso, ¿no? ¡No lo es!
Y no lo es porque no creemos que haya ninguna autoridad que pueda dejar de priorizar los temas urgentes e importantes de los vecinos de Lima, para dedicarse a colocar chalinas, reivindicar actos ideológicos, atender lo decorativo, o remodelar La Herradura a costa del dinero de todos los limeños. No creo que haya alguien que piense que primero deba “pintarse la casa antes de construirla”.
Sí lo hay y ese alguien se llama Susana Villarán, pues en la última sesión del Consejo Metropolitano de Lima, sus regidores del partido Fuerza Social presentaron y aprobaron con inusitada celeridad y al carpetazo, un desembolso de casi 12 millones de soles para remozar dicha playa y para hacerlo rápido y a dedo tuvieron el empacho de declarar el proyecto de “necesidad urgente”.
Cabe mencionar que esta “emergencia según ellos” (que se hará con el dinero de nuestros bolsillos) ha sido diseñado, presentado y sustentado por el primo de la alcaldesa y su asesor estrella Don Augusto Ortiz de Zevallos, un proyecto destinado a que “algunos“ privilegiados puedan volver a la “prioritaria necesidad“ de rememorar sus años mozos en dicha playa.
Pero lo serio y lo responsable es preguntarle a la Sra. Villarán: ¿Por qué no se invierten esos casi 12 millones de soles en mejorar el sistema de transporte, aquel que nos hace ir y volver a nuestros trabajos en cuatro horas, cuando debería tomarnos la mitad?
¿Por qué no se dispone de esos millones para dotar de servicios básicos a los cientos de miles de familias que no tienen agua y desagüe en Lima en pleno siglo 21? ¿Por qué no se usan esos millones de soles que salen del bolsillo de cada uno de nosotros para hacer pistas y veredas en San Martín de Porres, San Juan de Lurigancho o Villa El Salvador?
Finalmente ¿por qué no se invierten esos millones en mejorar los hospitales de la Solidaridad y brindar una atención de salud más eficiente, a menor costo y de calidad a los pobladores de Lima?
Exigimos una explicación clara, pública y sustentada, técnica y profesionalmente por parte de la Alcaldesa y la exigimos ya mismo porque le vuelvo a recordar que haber ganado una elección (por 0.7 por ciento de margen) no la hace dueña de Lima y mucho menos su autoritaria regente quien junto a su mayoría de cortesanos sumisos y complacientes (además de corresponsables ante la ley) hacen lo que les da la gana con los dineros de los vecinos. ¿Y dónde quedó la famosa licencia social que prometió en campaña? Palabras, palabras, palabras....
Por cierto, señora regente, el número de pandilleros en Lima y el Callao se ha incrementado a 24 mil en el último mes, según un informe del oficial Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana publicado el 13 de Febrero del 2011 en el diario Perú.21. La cifra es especialmente preocupante porque ha subido a más del doble desde 2008, cuando la policía hizo un registro de 11.000 miembros de estas pandillas. Casi la mitad del total (11.000) son menores de edad y uno de cada tres abandonó el colegio sin terminar los estudios.
Esta semana asesinaron a un adolescente de seis balazos en la ciudad. En Comas asaltaron un grifo y salir del centro de Lima a las 7 de la noche sigue demorando más de dos horas, quizá estos breves datos la ayuden a entender cuáles son las reales prioridades de nuestra ciudad. Esperamos ávidamente su explicación.
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