Viernes, 18 de marzo 2011
Por: Jaime Salinas
Mucho se viene especulando sobre quién será el candidato elegido por el inquilino saliente de Palacio de Gobierno para sucederle en el cargo ya que según sus propias palabras, él no puede decidir quién va a ganar, pero sí puede “impedir que no gane quien él” no quiera. Varios gurúes insisten que el “elegido” por AGP sería el ex alcalde de Lima y hoy candidato Luis Castañeda y, sin embargo, otros pocos (entre los que me encuentro) creemos que los guiños entre ambos y sobre todo del primero con el segundo han sido parte de una hábil maniobra de distracción (tipo señuelo) mediante la cual mantienen en una tranquila y sana posición a su verdadero aliado, mientras enfrentan a su supuesto protegido al exterminio con el candidato puntero.
Han movido sus fichas para que surjan todo tipo de conflictos, enfrentamientos y disputas, primero internamente (recordemos la breve candidatura de Meche Aráoz y sus secuelas en el PAP) y luego se han propiciado (desde el anonimato) innumerables enfrentamientos entre los otros candidatos para así distraer la atención del elector en dichas peleas, no en propuestas y sobre todo cuidar en todo momento que nada ni nadie se interponga en el camino de su candidato (a) protegido(a) y así, logrado el objetivo de que ganen sus verdaderos aliados, AGP pueda planear desde ahora su campaña del 2016 y coronar sus ansiadas y no negadas pretensiones de ceñirse la faja presidencial por tercera vez.
Recuerdo una conversación durante mi exilio en 1993, cuando Gustavo Gorriti me dijo en forma premonitoria: “Ya verás Jaime que así como García nos heredó a Fujimori, este último nos devolverá a García al poder” (cosa que por entonces parecía un imposible), pero como en política no hay imposibles y menos en nuestro querido país, lo que le faltó prever a mi amigo Gorriti fue que AGP nos heredaría nuevamente a Fujimori, reencarnado en su hija, 21 años más tarde.
Esta sería la verdadera estrategia de Palacio, que Keiko sea presidenta y sin mayor estructura ni planes para el país llegue al poder solo por sacar a su padre de la cárcel y luego sin importar si tiene éxito o no, él, AGP, pueda volver en olor a multitud en cinco años a ser presidente sin nadie que le haga sombra.
Es así que somos espectadores de un gran espectáculo montado por los hábiles titiriteros de turno, cuyo objetivo es una segunda vuelta que al inicio de la campaña electoral podía parecer improbable, pero que viene presentando premisas que la hacen como una posibilidad real, la final soñada de palacio hacia la segunda vuelta: Keiko vs Ollanta.
Es evidente el crecimiento sostenido que ha tenido Ollanta en las últimas encuestas debido al cambio de contenido de sus exposiciones, más cercano y familiar, con un discurso moderado y habiendo entendido que en una campaña electoral la estrategia no es un tema de azar sino técnico, como lo demostró cuando después del último debate, el periodista Aldo Mariátegui le preguntó si era cierto que asesores brasileños lo estaban orientando y Humala lo negó, pero precisó que en los próximos días algunos consultores realizarían un diagnóstico de su campaña; es decir, ha comprendido la importancia de la experiencia en el marketing electoral y esto solo puede significar mejoras para él de cara al 10 de abril y sin encontrar mayor obstáculo por parte de las esferas oficiales en su camino.
Ya nadie habla del Capitán Carlos, de la fuga de Montesinos el mismo día del levantamiento de Locumba y lo que me sorprende aún más es que no se haya hecho público que Humala habría sido en 1999 subjefe de inteligencia en Huancayo (siendo todavía mayor) en ese entonces, bajo el comando del comandante EP Rafael la Rosa, y esto es importante porque todos los que conocen como se movía el Ejército Peruano de ese entonces saben que todos los puestos de inteligencia a nivel nacional eran designados por el propio Vladimiro Montesinos, a dedo, y éste solo nombraba a gente de su más íntima confianza y formada por él. ¿Qué raro que esto no se haya filtrado no?
Pues claro que no, no conviene que se sepa ni conviene que Ollanta se caiga. El es el amigo elegido, es la final de película para Keiko. Como AGP en su momento, es al único a quien la hija de AFF le podría ganar en segunda vuelta. Por otro lado, hay que evaluar (al revisar su crecimiento en las encuestas) que OH lo ha hecho de manera desagregada, es decir, no solo en un ámbito geográfico específico, sino ha tenido un incremento a nivel nacional, principalmente en el sur, centro e interior urbano, en promedio 4 puntos y en el importante sector socioeconómico D (el de mayor número de electores) ha subido cerca de 6 puntos respecto del mes anterior.
Por otro lado, Keiko muestra una leve baja, pero controlada, lo suficiente para mantenerla en un cómodo segundo lugar y no sufrir los ataques que la mayoría suele dar a quien presenta la mayor preferencia, en este caso Alejandro Toledo. Pero, además, esta última presenta una característica clave más marcada que sus adversarios, el “voto oculto” reflejado cuando al encuestado se le entrega un modelo de cédula de votación y de manera cerrada la devuelve, ni el propio Humala tiene los cerca de 4 puntos de diferencia entre la intención de voto medida con tarjeta y la que se tiene con modelo de cédula de votación. Asimismo, como caído del cielo, el Poder Judicial ha evidenciado la intención de aumentar los cargos en contra de Alberto Fujimori, es decir, juzgarlo bajo otras figuras procesales ganando por un lado victimizarlo aún más y por otro alejándolos estratégicamente del entorno del poder, ya que conociendo las injerencias de la política en nuestro sistema judicial una maniobra de esta naturaleza solo reforzaría la idea colectiva que AGP estaría distanciado del fujimorismo y nadie podría asociar a Keiko como la candidata de Alan. Eso se lo dejan a Castañeda y que el asuma el pasivo de arrastrar esa carga (“en política nada es coincidencia”).
A medida que se acerca el 10 de abril el electorado se centrará sobre temas específicos y urgentes, como la seguridad, entre otros, y éste podría ser determinante al tener una final tan cerrada como se muestra, ya que se ha convertido en el tema más sentido por los peruanos. Humala es a quien se identifica como el más idóneo para hacerle frente a este mal (encuesta de Apoyo - febrero) y es también uno de los principales argumentos que el fujimorismo difunde, “ellos vencieron el terrorismo, ellos pueden contra la inseguridad”. En un inicio de la campaña algunas voces decían “al único que puede vencer Keiko es a Ollanta, pero difícilmente votarán por ella solo con el argumento de liberar a su padre y Ollanta ya no es el del 2006, por lo que no llegará ni de cerca a la segunda vuelta”, estamos a menos de un mes del día de votación, Keiko continúa en un expectante segundo lugar y Ollanta no para de subir en diversos ámbitos geográficos, de nuevo, ¿qué raro no?
Don jaime Salinas, saludos desde Nueva York, escuche su programa donde hizo referencia a este articulo y bueno eso lo deja a Ud., como un analista de polendas, y tiene mucha razon en todo lo que dice, AGP solo busca ser presidente en el 2016 y le importa muy poco el Peru, Keiko por su parte solo desea que papito salga de la carcel y no tiene plan de gobierno, critica el plan de gobierno de Humala pero recoge mucho de el, mi voto sera por Humala, los peruanos no debemos nunca olvidar lo que el gobierno de Fujimori hizo, corrupcion, narcotrafico, psicosociales, compro la prensa y muchos mas, veo que hay muchas mujeres que apoyaran a Keiko pero me pregunto una hija que no defendio a su madre de torturas a sabiendas de ellas, podria ser llamada buena hija? si no quiere a lo mas sagrado que es una Madre pues no quiere a nadie y no tiene capacidad moral para gobernar al pais, al margen de todos los pasivos que todos conocemos, no dejemos que AGP salga libre de todos sus faeones, votemos a conciencia, votemos por Humala, no queda otra. Un abrazo.
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