por: Jaime Salinas*
Hay quienes ya han salido a pontificar sobre los candidatos que se enfrentarán en la segunda vuelta de la próxima elección presidencial, basándose en las fotografías de hoy, las que difieren dependiendo de las calidades e “intereses” del fotógrafo (o encuestadores), cuando la historia nos dice que, a casi cinco meses de la votación, cualquiera puede ganar y si algún mensaje nos da la lectura del actual escenario político es que la presente diversidad de candidaturas hará que cada aparición, discurso o alianza a formularse no deberán ser dejadas “al olfato” o “corazonadas” de los equipos de campaña, por el contrario, que el sustento técnico, las estrategias efectivas del marketing electoral, serán las que acerquen el triunfo.
Por ejemplo, al escribir este artículo que, en principio, sería una lectura de las potencialidades de las inminentes alianzas, en la prensa aparece la decisión de Pedro Pablo Kuczynski de ser candidato representando un frente de partidos políticos que algunos “gurús” minimizan, inmediatamente aparecen estos “pontificadores” (aquellos que nunca aciertan por lo cual se les olvida) y concluyen que aquella candidatura no tendrá opciones reales de llegar al ejecutivo; es decir, que estos limitados o convenidos personajes no consideran que Alianza para el Progreso ha obtenido cerca de dos millones de votos en la reciente elección a nivel nacional (hace un mes); que Restauración Nacional cuenta con una red de militantes hasta en las zonas más alejadas y que el Partido Humanista cuenta con quienes ya han ejercido cargos de votación popular también al interior del Perú. A estos videntes de la política se les olvida que este frente tiene ya autoridades reelegidas, independientes y provincianas (como un claro mensaje que las decisiones del ejecutivo no deben atender sólo a la capital), que integrarán a representantes laicos y religiosos y que también en estos partidos hay quienes ya han tenido importantes cargos de elección y gestión pública como Yehude Simon, César Acuña o el propio PPK quien ha demostrado ser un hombre eficiente, decente y con un gran sentido del olfato político, lo cual explica (más allá de su talento) su capacidad para haber sobrevivido exitosamente a la implacable jungla de la política nacional. No nos acostumbremos por lo tanto a dejarnos llevar por los intereses de aquellos que pretenden prever el futuro en función de los intereses que los alimentan, sino veamos las cosas con objetividad y realismo. Nada está dicho, la campaña no ha empezado y habrá más de una candidatura que responderá a las expectativas de la población llenando los vacíos que otros no llenan y que, en suma, se proyectan como identidad de lo diverso que es nuestro país; es decir, que como las demás propuestas electorales contarán con fortalezas a explotar y debilidades a cubrir con prontitud, es por ello muy pronto para pontificar quién ganará.
Por ejemplo, al escribir este artículo que, en principio, sería una lectura de las potencialidades de las inminentes alianzas, en la prensa aparece la decisión de Pedro Pablo Kuczynski de ser candidato representando un frente de partidos políticos que algunos “gurús” minimizan, inmediatamente aparecen estos “pontificadores” (aquellos que nunca aciertan por lo cual se les olvida) y concluyen que aquella candidatura no tendrá opciones reales de llegar al ejecutivo; es decir, que estos limitados o convenidos personajes no consideran que Alianza para el Progreso ha obtenido cerca de dos millones de votos en la reciente elección a nivel nacional (hace un mes); que Restauración Nacional cuenta con una red de militantes hasta en las zonas más alejadas y que el Partido Humanista cuenta con quienes ya han ejercido cargos de votación popular también al interior del Perú. A estos videntes de la política se les olvida que este frente tiene ya autoridades reelegidas, independientes y provincianas (como un claro mensaje que las decisiones del ejecutivo no deben atender sólo a la capital), que integrarán a representantes laicos y religiosos y que también en estos partidos hay quienes ya han tenido importantes cargos de elección y gestión pública como Yehude Simon, César Acuña o el propio PPK quien ha demostrado ser un hombre eficiente, decente y con un gran sentido del olfato político, lo cual explica (más allá de su talento) su capacidad para haber sobrevivido exitosamente a la implacable jungla de la política nacional. No nos acostumbremos por lo tanto a dejarnos llevar por los intereses de aquellos que pretenden prever el futuro en función de los intereses que los alimentan, sino veamos las cosas con objetividad y realismo. Nada está dicho, la campaña no ha empezado y habrá más de una candidatura que responderá a las expectativas de la población llenando los vacíos que otros no llenan y que, en suma, se proyectan como identidad de lo diverso que es nuestro país; es decir, que como las demás propuestas electorales contarán con fortalezas a explotar y debilidades a cubrir con prontitud, es por ello muy pronto para pontificar quién ganará.
En las próximas tres semanas el tema de las alianzas seguirá rondando las redacciones de prensa, pasadas las fiestas se dará inicio a la verdadera campaña, la cual advierte ser tan compleja como la del 2010. En los próximos artículos desarrollaré, a mi parecer, cuáles son las fortalezas y debilidades de cada candidatura, objetivamente, pues en esta campaña, como en todas, “el que se pica pierde”.
Diario La Razón
Sábado, 20 de Noviembre 2010
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