por: Jaime Salinas*
Cuando el periodista Jaime de Althaus entrevistó a la flamante alcaldesa de Lima, señora Villarán, esperé escucharla, de una buena vez, cómo gestionará la ciudad; sin embargo, quedé con más dudas que respuestas. Por ejemplo, mencionó que Lima necesita más recursos económicos para cubrir sus necesidades, lo cual es cierto, a la pregunta de Jaime sobre de dónde vendrían estos recursos, esperé conocer estrategias para ampliar la base tributaria en la gestión del SAT, algún programa de reducción de costos de los órganos descentralizados o quizá buscará aplicar un programa de economías de escala a éstos, pero no, ella respondió “hay que conversar con el Congreso de la República el incremento de las transferencias a la municipalidad” (la entrevista está en Youtube, si lo dudan): es decir, si algunos “otorongos” dicen que “no” a esta transferencia, “chau Lima”, no se podrá invertir.
Incluso mencionó que debería aumentar el Foncomún (quizá la señora no sabe que el 93% de este fondo proviene del Impuesto de Promoción Municipal, aquel sostenido, principalmente, del IGV que todos pagamos), no vaya ser que esta “ocurrencia” nos valga un aumento de impuesto; dijo que el Foncomún debe “redistribuirse” incrementando la partida a Lima. Quiero a mi ciudad, pero no puedo pretender menoscabar los ingresos de otras ciudades que tienen tantas o más necesidades que nuestra capital.
Otro ejemplo para financiar proyectos de mejora de las cuencas postula otra “probabilística” solución, “decirle a Sedapal que destine el 1% sus ingresos”. A la observación del periodista que ya Sedapal cobra prácticamente para cubrir sus costos y que “semejante” propuesta podría significar un incremento en el precio del agua, la señora Villarán contesta “se conversará” (no hay escenario B, ni C), cuando para ello también existe el financiamiento internacional, pero hay que saber captar recursos, eso sí, le pedirán planes estratégicos “sustentables” y quizá cofinanciados, pero no podrá decirles “se conversará”.
Por cierto, son saludables las auditorías para saber de dónde se comienza, pero no es democrático utilizar estos mecanismos para amenazar, hay instituciones y áreas en la misma municipalidad encargadas de estos controles (no pretenderá que los limeños paguemos alguna auditora privada cuando son muchas las necesidades de la ciudad).
Confíe en estos órganos, es más, como ejemplo de su eficacia le recuerdo que el órgano de control del Ministerio de la Mujer auditó su anterior gestión de solo 8 meses como ministra y encontró contrataciones y compras no justificadas por más de S/. 2 millones, así que sí funcionan.
Y como se lo dije por teléfono a Gustavo Guerra García el mismo día que Lourdes aceptó el resultado del JNE y, asimismo, le dejé un mensaje a Ud. en su número particular (solicitándole una reunión para saludarla personalmente). Le extiendo mis felicitaciones públicas por su triunfo señora Villarán, aunque lamentamos que no nos haya querido recibir en persona. Asumo que su agenda es muy apretada y Ud. no tiene tiempo de recibirnos. Sin embargo, le brindo, por su intermedio, un mensaje a sus socios políticos, aquellos que dice que no la representan pero son los mismos que dicen tener acuerdos con usted y que si no le dan sus votos en el concejo, nos preguntamos cómo pretende alcanzar la gobernabilidad de la ciudad. Si creen que nuestra ciudad será su fortín para lucrar a costa de los vecinos, si piensan que intervendrán en la educación de los niños para afectarla aún más, utilizándola políticamente o si suponen que utilizarán el ámbito municipal para fomentar propuestas trasnochadas como afectar las pensiones de policías y militares que pusieron el pecho contra aquellos que, en base al terror, imponían las ideas que algunos de sus socios aún simpatizan, pues allí nos encontrarán firmes y decididos para dar lucha.
Diario La Razón
Viernes, 5 de Noviembre 2010
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