sábado, 2 de julio de 2011

Humala obligado a ser prudente en el tema de La Haya

Diario La Razón
Viernes, 1 de Julio 2011
por: Jaime Salinas


¿Qué sucedería si el nuevo gobierno realiza cambios entre los miembros del equipo peruano negociador en La Haya en plena fase de alegatos ante sus pares chilenos (como Ollanta Humala ha manifestado sería su intención) y el próximo año el fallo de la corte resulta negativo para los peruanos? ¿Se imaginan cómo lo aprovecharían algunos de sus adversarios políticos? ¿A quién creen que le “achacarían” la responsabilidad por haber “debilitado” la posición peruana? Las calles y el campo no tardarían en llenarse de ciudadanos marchando y reclamando el haberles desmembrado la territorialidad y el caos y el desorden primarían.

Ahora bien, ¿no es derecho del nuevo gobierno evaluar, técnicamente, el desempeño del equipo peruano ante La Haya y si lo considera necesario, plantear modificaciones? Sí, claro que es su derecho y está obligado a hacerlo, es decir, a conocer el detalle de lo avanzado, incluso a incorporar a personas de su confianza que puedan actuar como informantes directos ante las nuevas autoridades gubernamentales.

Es por ello que el presidente Humala se encuentra ante una de sus primeras y principales disyuntivas serias: interviene o no en hacer cambios en el equipo negociador ante La Haya y de hacerlo, ¿cuál sería el costo político de una decisión errada o de un fallo (Dios y los jueces no lo quieran) adverso a nuestro país para el recién inaugurado régimen?

Sabemos que el equipo peruano dirigido por Allan Wagner y compuesto por profesionales de altas calidades viene desarrollando una eficiente labor y consideramos que se les debería brindar, a la brevedad, el respaldo correspondiente sin que ello se interprete el no poder analizar y seguir estrechamente su desempeño por parte del nuevo régimen.

Pero hay algo que siempre debe primar en las negociaciones diplomáticas y creo que en la vida misma y esto es la “prudencia”. La campaña presidencial terminó, ahora quien habla es el representante de todos los peruanos. Que en Palacio de Gobierno recuerden que las opiniones y las decisiones públicas ya no las toma el ciudadano Ollanta Humala sino el presidente peruano.

Recuerden que así como un parecer manifestado ante los medios de comunicación puede hacer subir o bajar la bolsa de valores dramáticamente, una decisión apresurada o, peor aún, una mala decisión al respecto también puede ser aprovechada por los adversarios políticos para buscar pescar a río revuelto y causar convulsión social.

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