Este domingo 10 de abril los peruanos acudiremos a las urnas para elegir, en una primera vuelta, a dos candidatos quienes se enfrentarán nuevamente en una segunda vuelta en junio próximo, para elegir el nuevo gobierno que regirá los destinos de nuestro país y por lo tanto de nuestro bienestar personal (y el de nuestras familias) por los próximos 5 años.
Observe Ud., amigo lector, que he puesto énfasis que en la segunda vuelta elegiremos un nuevo Gobierno más que a una persona como presidente porque un país como el nuestro no puede ser gobernado por un ciudadano(a) solamente, sino se requiere de un equipo de profesionales honestos, comprometidos, talentosos y con vocación de servicio, quienes trabajando bajo el liderazgo de un presidente electo actúen en forma conjunta con honestidad e independencia de criterios para sacar al Perú y sus pobladores adelante con equidad, oportunidades y justicia para todos. En este sentido y a 48 horas de la primera vuelta electoral, los que todavía no han decidido su voto deberían tener en consideración algunas reflexiones.
En primer lugar debemos tener claro que dirigir un país como el nuestro con una inmensidad de problemas, inequidades y limitaciones requiere elegir a un equipo de gobierno más que a un presidente(a) para hacerse cargo de la conducción del mismo. Esto es algo que poco se ha debatido y/o discutido durante la campaña porque tenemos la absurda costumbre de buscar salvadores o regentes que dirijan nuestros destinos antes que elegir a un grupo de dirigentes que piensen y actúen en forma homogénea, honesta, ordenada y que bajo la dirección de un líder puedan trabajar en equipo, fiscalizándose entre ellos mismos, para promover políticas públicas que generen más inversión, más crecimiento y por lo tanto más empleo de calidad para todos los peruanos, con limpieza y transparencia.
Si el Perú es un país rico en recursos, pero pobre en la redistribución de los mismos, es casualmente porque no hemos sido gobernados por equipos de ciudadanos honestos, capaces y comprometidos sino por regentes con excesivas atribuciones presidenciales quienes (con algunas excepciones que confirman la regla) se han dedicado a mandar unilateralmente sobre sus subordinados y han buscado siempre tener a secretarios dóciles y domesticados como funcionarios y así gobernar bajo las sombras de la corrupción y del autoritarismo. Sin embargo un verdadero líder debe convocar a personas con independencia de criterio y valor para decir y hacer lo que piensan siendo capaces de discrepar con el propio presidente de la república (con respeto pero con firmeza) por el bien del Perú.
En segundo lugar se han levantado una serie de dudas justificadas sobre un par de los candidatos que podrían pasar a la segunda vuelta. Dudas acerca de su vocación democrática, de su respeto a las instituciones, a las libertades y al estado de derecho. Estas legítimas preocupaciones se han expresado por diversas personas e instituciones dentro y fuera del país por los antecedentes y comportamientos de dichos candidatos en el pasado y por lo tanto está en sus manos, si desean realmente gobernar el Perú con honestidad y buenas intenciones, absolver estas dudas con HECHOS y no con palabras y/o promesas ya que del dicho al hecho hay mucho trecho. La forma más simple y clara para que disipen las dudas de la ciudadanía será dando una muestra de apertura y verdadera vocación de enmienda de sus errores anteriores convocando alrededor suyo a personas independientes, capaces, honestas, con reconocida trayectoria democrática y con posiciones políticas enfrentadas en el pasado para que así, demostrando liderazgo, apertura, vocación de servicio y sobretodo compromiso con los valores y convicciones que dicen (de palabra) defender sean realmente respetados y cuidados como el bien más preciado de nuestra sociedad cuales son la libertad, la honestidad, la igualdad y la oportunidad, pues este grupo de peruanos y peruanas independientes y con trayectorias limpias y prestigiosas no permitirían nunca que se subvirtiera el orden constitucional y/o se volviera al pasado oscuro y corrupto de las manipulaciones del poder.
Pensemos bien antes de votar. Pensemos en quién tiene el mejor equipo para gobernar y que los candidatos cuestionados no cometan el grave error de creer que ya ganaron la presidencia por el simple hecho de haber pasado a la segunda vuelta, pues no sólo ganará uno de ellos sino que esa será una nueva campaña donde tendrán la oportunidad de demostrar con “HECHOS” su verdadero compromiso con el Perú y con los peruanos.
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