¿Hasta cuándo la inseguridad en el Perú?

Diario La Razón
Sábado, 06 de Agosto 2011

Por: Jaime Salinas

El jueves se produjo un terrible atentado contra la familia de mi gran amigo Renzo Reggiardo, del cual salió herida de bala su hija de 9 años. Estando con Renzo y su señora en la clínica sentí en sus miradas y palabras el sufrimiento en el que se encontraban como padres de Ariana, quien recibió una bala en el tórax por parte de una banda de delincuentes, quienes no dudaron en abrir fuego contra ellos y peor aún contra una menor incapaz de defenderse de tan atroz crimen.
Esos momentos me hicieron recordar el terrible crimen que también sufrió la niña Romina Cornejo y el dolor por el que pasaron sus padres, a quienes conocí en esos días. Esto mismo sucede todos los días en el Perú y tiene que acabar ya. O acabamos todos juntos con la violencia o ella acabará con nosotros.

Más allá de mi entrañable amistad con Renzo y su familia, me siento absolutamente acongojado por su sufrimiento y me uno a ellos en su preocupación. Me siento indignado como ciudadano ante la falta de protección que sufrimos millones de peruanos y más aún me siento muy enojado como regidor metropolitano de Lima, pues le reitero a la alcaldesa (como se lo vengo repitiendo cada semana desde inicios de año) que la prioridad número uno de nuestra función edil es devolverle la tranquilidad a los vecinos y que la MML debe abocarse, ya mismo, a trabajar sin descanso y con prioridad absoluta en la seguridad ciudadana.

El crimen organizado avanza porque la desorganización del sistema se lo permite. Han pasado 7 meses de gestión municipal y todavía no se empadrona a los serenos que hay distribuidos en los distritos para saber cuántos son, quiénes son y dónde están. No se ha iniciado un sistema de comunicación entre estos y la PNP, para así poder actuar con eficiencia y en tiempo real en la prevención de un delito y/o en la captura de un delincuente. Han pasado 7 meses y los regidores de FS siguen aprobando inversiones para remodelar playas y malecones (como lo acaban de hacer de nuevo el jueves con nuestro voto en contra) en vez de invertir ese dinero en seguridad para los vecinos.

Saludamos la decisión del nuevo ministro del Interior de eliminar el sistema 1 por 1 de los policías, lo cual permitirá el retorno de más efectivos a las calles. Sin embargo eso no es suficiente. Hay que repotenciar la investigación criminal para identificar y desarticular a los delincuentes; interconectar con tecnología de punta a la PNP y al Serenazgo para monitorear las calles e intercomunicarlos en forma simultánea; dictar leyes más drásticas que castiguen el delito y exhortar a jueces y fiscales en ser más diligentes en sus despachos para sancionar ejemplarmente a los delincuentes disuadiendo a otros.

Y por último hay que organizar, concienciar y movilizar a la población y al sector privado para que todos comprendamos que la inseguridad que vive el país es tanto o más grave que el terrorismo asesino de los 80, que ahora han pasado de ser asesinos rurales y supuestamente ideologizados a ser cobardes criminales urbanos con fines de lucro. Enfrentemos el tema con liderazgo, decisión y mano dura. Solo así podremos acabar con el cáncer de la delincuencia y extirparlo de raíz.