Diario La Razón
Viernes, 14 de Octubre 2011
Por: Jaime Salinas
Durante el último viaje que hizo el presidente Humala a Nueva York para presentarse ante la ONU se especuló acerca de la intención de éste de reelegirse en el cargo a partir de una entrevista concedida a la cadena Univisión. A raíz de la ambigüedad de su respuesta, se empezaron a tejer diversas conjeturas acerca de las verdaderas intenciones del Mandatario, las mismas que fueron rápidamente aclaradas por el mismo negando tal posibilidad.
Sin embargo y a renglón seguido surgió una segunda hipótesis: ¿Y si fuese la primera dama la candidata del nacionalismo en 2016? Esa conjetura hizo saltar de su silla a más de uno y no demoraron las voces altisonantes de los histéricos que descartaron esa posibilidad tildándola de antidemocrática y calificándola como el kirchnerismo peruano aludiendo al caso argentino.
Pero siendo objetivos y desapasionados en el análisis si el gobierno de Ollanta tiene éxito en las reformas que pretende instaurar, combate la corrupción y la castiga con medidas ejemplares, redistribuye el ingreso con justicia y equidad ¿por qué no podría la Sra. Heredia ejercer su derecho ciudadano a postularse como candidata a la Presidencia y de ganar las elecciones continuar con el modelo de desarrollo que ojalá saque al Perú de la pobreza y de la injusticia?
No conozco a la primera dama sino por referencias y por su desempeño público en las dos campañas que acompañó a su esposo en 2006 y 2011, pero sin necesidad de conocerla sé por experiencia propia que si alguien aprende tanto o más que el propio candidato sobre lo bueno, lo malo y lo feo de la política y sobre todo lo sucio que es una campaña, es la pareja del candidato.
Y más aún si es madre, porque no sólo carga el peso de sostener y respaldar a su pareja anímicamente, sino que además tiene que cumplir con sus labores de mamá y también la responsabilidad de los hijos, por lo tanto desde el punto de vista de la experiencia y de la preparación psicológica para enfrentar dicho reto, a Nadine le sobran kilómetros de recorrido.
Por último, es una mujer joven, simpática, preparada y muy atenta al desarrollo político del ejercicio presidencial de su marido. Es una primera dama involucrada no solo en las funciones que le corresponden como tal, sino también en el desarrollo del país. ¿Por qué lo hace? ¿Por su juventud? ¿Por sus ideales? ¿Por sus aspiraciones?
No lo sé y tampoco importa, lo que queda claro es que de proponérselo y guardando las formas democráticas, la Sra. Nadine Heredia tendría todo el derecho constitucional de aspirar a ser presidente, con una ventaja de partida cual es su experiencia y sus conocimientos del quehacer político acumulados en los últimos 15 años.
Por lo tanto si es que tuviera la intención de postular, el gobierno de su marido fuese exitoso y algunos se le opusieran le harían un gran favor porque sin mayor campaña el pueblo la elegiría presidenta del Perú como muestra de apoyo a la gestión de su grupo político tal y como ocurrió con la presidenta argentina Cristina Fernández.
Sin embargo, si la gestión del actual presidente no resulta positiva, una eventual candidatura de Nadine no tendría tan buenos augurios y dependería mucho de estar muy bien asesorada para lograr sus objetivos, pero eso será materia de otra columna.
YO no la eligirìa, no me convence...la veo hasta en la sopa, es una figureti en este gobierno, prefiero auna primera dama como doña Violeta Correa de Belaunde (Q.E.P.D.) o Doña Pilar Nores de Garcìa, perfil bajo, dedicadas solo a promover obras sociales en beneficios delos màs necesitados y delos niños, pero las apariciones de Nadine Heredia no me agradan, demasiado metiche en el gobierno, elegimos a su marido no a ella, tampoco elegimos cogobernante, dudo mucho que tenga chance de ganar una elección, encima tendrìa como competencia a su cuñado Antauro, y eso hace menos posible su triunfo, si ese fuera el caso, sin ser una vidente tengo la seguidad que el próximo gobernante seria Alan García Perèz
ResponderEliminar