viernes, 24 de junio de 2011

Las grandes derrotadas: "Las Encuestadoras"

Diario La Razón
Viernes, 24 de Junio 2011

Si el nuevo presidente electo y los congresistas más honestos y valientes son consecuentes con sus promesas de campaña y sobre todo con su decisión de hacer prevalecer una verdadera democracia en el Perú, uno de los temas primordiales al que se deben de abocar a partir del 28 de julio es a investigar, dilucidar responsabilidades, juzgar con imparcialidad y de encontrarse delitos flagrantes de manipulación, engaño o maquillaje a la voluntad popular sancionar ejemplarmente, de una vez por todas y sin que a nadie le tiemble la mano, al ilegal juego al que se han prestado las principales autodenominadas empresas de investigación de mercado o comúnmente llamadas encuestadoras.

Lo digo sin ningún temor ni medias tintas, por el bien del país y de sus 30 millones de habitantes, lo exigimos desde esta columna. Basta ya de miedos y acomodos. Luego de más de veinte años de burdas y antidemocráticas manipulaciones, las autoridades competentes, llámense el Congreso, el Jurado Nacional de Elecciones, el Poder Judicial u otras, deben tener la decisión y el coraje de tomar al toro por las astas y ponerle fin a esta vergonzosa situación que ha empañado uno a uno (y cada vez de forma más escandalosa y fraudulenta) los procesos electorales nacionales, regionales y municipales de las últimas tres décadas en el Perú.

Es tiempo de encontrar la verdad detrás de tanta suciedad y sobre todo de llevar a los responsables de tantos años de maquillajes rentados al banquillo de los acusados y de encontrárseles culpables, luego de un debido proceso, enviarlos donde deben ir los delincuentes, a la cárcel. Revisemos una a una las innumerables declaraciones, interpretaciones, inducciones y conclusiones a las que llegaban entrevista tras entrevista semana a semana los videntes rentados del poder económico y observemos ante los hechos consumados el flagrante y vergonzoso ridículo al que llegaron teniendo que admitir (conocidos los resultados de la segunda vuelta) que el nuevo presidente del Perú era Ollanta Humala cuando todos y cada uno de ellos lo ninguneaban o lo daban por descartado a inicios de este mismo año.

No nos compete decir si esto es legal o ilegal, porque para eso están las autoridades y para eso es este pedido, para que se investigue y se determine ello, pero sí nos interesa y sobre todo nos preocupa que esto suceda proceso tras proceso electoral y se llegue a los extremos a los que se ha llegado y no se diga o haga algo oficialmente.

Basta ya de tanta­ hipocresía y encubrir a los verdaderos responsables de la frágil, manipulable e inestable democracia en la que vivimos. Basta ya de obviar el tema. Es evidente que algo se pudre en esto y si de alguien se espera que actúe con firmeza y decisión al respecto es del nuevo Presidente electo, que hizo de la moralización y la lucha contra la corrupción su principal bandera de campaña.

Sr. Humala, espero que coincida con estos comentarios, más aún habiendo sido Ud. y sus seguidores (lo que es mucho más grave) víctimas de las manipulaciones de estas seudoempresas. Espero que no haga lo mismo que AGP, quien en la campaña del 2006 denunció enérgica y en reiteradas oportunidades a estas compañías y una vez juramentado en el cargo no movió un dedo ni ordenó investigación alguna.

Todos sabemos Sr. Humala que los políticos (casi todos) le tienen terror a tocar el tema de las encuestas y menos aún se atreven a enfrentarlas, pero si Ud. y su grupo son consecuentes y honestos con sus promesas, con la democracia que han jurado defender y sobre todo con nosotros los ciudadanos, le solicitamos que una de las primeras acciones a realizar (ojo, sin revanchismos ni vendetas, sino con la verdad, los hechos acontecidos, las cifras publicadas, los resultados obtenidos y sobre todo con la ley en la mano) sea el investigar a fondo las acciones realizadas por las empresas encuestadoras, que son paradójicamente las mismas que con sus mismos dueños y directivos intentaron evitar en 1990 la llegada de Fujimori al poder y al no poder evitarlo se vendieron inmediatamente a su inminente dictadura, avalando con sus maquilladas cifras el golpe de Estado del 05 de abril del 92 y luego pasaron una y otra varias veces por la salita del SIN para asegurar las múltiples reelecciones de AFF.

Se ha vuelto a producir un quiebre histórico y la población ha logrado con su voto derrotar a las encuestadoras, eligiéndolo a Ud., Sr. Humala, el nuevo Presidente del Perú (a pesar de que lo boicotearon ya desde el 2006 y ahora en el 2011 tanto como pudieron y Ud. lo sabe) y por eso le decimos que asuma el reto, porque esta es casualmente la madre del cordero de la corruptela en la política peruana: mientras hayan autoridades chantajeadas por el miedo o la conveniencia de no enfrentar temas de fondo que alteran directamente el destino de nuestro país y, por lo tanto, de nuestras vidas, como son los procesos electorales a través de la manipulación, el encubrimiento, la obstrucción y el engaño a la población mediante cifras engañosas y tendenciosas, nunca llegaremos a tener las autoridades que realmente queremos o deseamos, sino seguiremos en el círculo vicioso de los que se conchaban o se asocian con estas mafias de la estadística.

Estaremos atentos a este tema Sr. Humala y esperamos por el bien del país y el suyo propio que haga lo correcto y disponga que se investigue el tema a fondo por las autoridades pertinentes y se llegue hasta las últimas consecuencias caiga quien caiga y le duela a quien le duela. Lo lógico sería que si alguna de dichas empresas y sus directivos tuvieran la conciencia limpia y tranquila de que han actuado legal y correctamente ante los hechos acontecidos, deberían ser ellos mismos los primeros en solicitar una investigación de oficio para así deslindar y diferenciarse de los que sí han cometido flagrantes y evidentes actos de manipulación electoral. ¿Alguien se atreve a tirar la primera piedra? ¿O tienen todos techos de vidrio? Los peruanos esperamos respuestas señores de las encuestadoras.

viernes, 17 de junio de 2011

¿Por qué perdió Keiko?

Diario La Razón
Viernes, 17 de Junio 2011

por: Jaime Salinas


Mi columna de la semana pasada empezó diciendo ¡Felicitaciones Presidente electo! Como debe ser entre demócratas, reconociendo y saludando el triunfo del presidente Humala. Esta semana la inicio escribiendo ¡Felicitaciones Keiko!, porque más allá de la derrota (son usos de la política el ganar o perder), KFH demostró ser en la cancha electoral mucho más que sólo la hija del ex dictador Alberto Fujimori.

Ella, con su tenacidad, su esfuerzo y su sacrificio personal, recorrió todo el Perú llevando su mensaje y su presencia física y eso merece reconocimiento y respeto. No olvidemos que ha obtenido casi la otra mitad del respaldo popular, lo que tampoco es poca cosa. Muchos al leer estas líneas y si conocen mi trayectoria y las razones por las que llegué a la política, se preguntarán: ¿Por qué Salinas López-Torres, quien sufrió prisión en 1992, secuestrado abusivamente por los comandos de Montesinos, fue acusado ilegalmente de terrorismo, pernoctó casi un mes en los calabozos de la Dircote rodeado de ratas y cucarachas y luego fue enviado al exilio forzado por ser el hijo del Gral. Salinas Sedó puede ahora escribir una columna felicitando y reconociendo los méritos de la hija del hombre cuyo gobierno y principal asesor le hicieron tanto daño?

La respuesta es muy sencilla: la mezquindad y la mediocridad me parecen los peores y los más ruines de los defectos y si en algún lado he visto la existencia de dicha práctica en su máxima expresión, es en el corazón de la agonizante clase dirigente peruana. Incapaz en su mayoría de superar sus taras del pasado, sus bajas pasiones, sus odios y sus rencores y por el bien de todos pensar en grande, mirando el bosque y no el árbol, cual es el bien común del país.

Creo fundamental hacer primar la objetividad y el sentido común para que manteniendo los valores y convicciones que cada uno defiende se tenga la altura y la generosidad para reconocer los méritos de otros, saber apreciarlos y enaltecerlos sin envidias ni medias tintas siempre y cuando estas personas hayan realizado acciones y hechos que merezcan ser reconocidos y valorados, pues eso se llama incentivar la cultura del éxito mientras que el mantener envidias, rencores y fomentar mezquindades en base a odios del pasado significa anclarse en la cultura del resentimiento y la mediocridad.

Por ende, reitero mis felicitaciones a Keiko Fujimori por su desempeño en esta segunda vuelta no sólo porque ha sabido perder con dignidad, sino también porque a pesar del lastre que le tocó arrastrar en esta campaña, que a decir de muchos fue ser la hija de quien es (aunque a mi entender ese no fue ningún lastre, sino, paradójicamente, la razón de su éxito electoral inicial), llegó hasta el final con espíritu vencedor y el ánimo al tope.

Pero muchos se preguntan ¿por qué perdió Keiko? Una de las posibles respuestas podría ser porque el verdadero lastre y la razón real de su derrota no fue el apellidarse Fujimori ni mucho menos haber sido primera dama de 1992 al 2000. Keiko perdió porque no pudo, no supo o no quiso desprenderse desde un inicio de los personajes del entorno de su padre que la rodearon y la representaron durante toda la campaña. Su más grave error fue no haberse presentado como una mujer joven, madre y política preocupada del bien común.

Una peruana que con coraje e ideas propias que de haber estado rodeada de gente nueva, de su misma generación, desconocidas y sin ninguna vinculación con el pasado de su padre, hubiesen generado en los indecisos la tranquilidad suficiente que ella no era la continuación del gobierno del padre y que como lo dijo en el debate y también en su discurso de cierre, “no la veamos como la hija de”, sino como “ la madre de” dos niñas a quienes ella no les querría jamás legar los sufrimientos y las vergüenzas por las que en su momento tuvo que pasar como hija y ser humano.

Esta frase que a muchos los hizo pensar dos veces y casi convencer por la potencia del argumento pudo ser decisiva para su victoria de haber sido reiterada con mayor frecuencia y sentimiento, pero a pesar de ello la historia ya estaba escrita, pues la presencia de los gallinazos del pasado a su alrededor (torpemente convertidos en sus voceros y defensores, con contadas excepciones) pesó más que las verdaderas intenciones y deseos que objetivamente pienso albergaba la candidata KFH. Intuyo que una Keiko como la vimos en la segunda vuelta, más decidida, con ideas modernas, con un sentimiento de preocupación por los más pobres y vocación de luchar hasta el último segundo (con fuego en el estómago como le llamamos en marketing político a esa característica que pocos tienen), acompañada por profesionales jóvenes y talentosos y sin las garrapatas del pasado, habría tenido un destino distinto.

viernes, 10 de junio de 2011

El factor sorpresa

Diario La Razón
Viernes, 10 de Junio 2011

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¡Felicitaciones Presidente electo! Y ganó Humala, contra todos los pronósticos y análisis de la brillante clase dirigente de nuestro querido país, que ciegos como una tapia subestimaron una vez más el volcán por erupcionar que yacía bajo nuestros pies desde que somos una república independiente. Un volcán que recién ha iniciado su explosión, pero que amenaza con achicharrar y ahogar al paso de su lava hirviente y sus cenizas asfixiantes a todos aquellos que, abusando de sus posiciones de poder y creyendo que el Perú seguiría siendo su feudo cautivo, no vieron más allá de sus narices y no previeron la construcción inteligente y organizada de una alternativa política coherente y seria para contener las todavía desconocidas consecuencias de dicha erupción.

En marzo publiqué en esta columna un artículo denominado “la final soñada de Palacio” (el mismo que pueden encontrar en mi blog “LaMochila de Jaime”). En dicho artículo comenté que el escenario electoral de la segunda vuelta había sido fríamente planeado y meticulosamente calculado para que los dos candidatos finalistas fueran los que finalmente han sido, Ollanta Humala versus Keiko Fujimori. Y ¿por qué me aventuré a hacer dicha predicción? ¿Por qué la denominé la final soñada de Palacio? ¿Porque tuve un sueño premonitorio? ¡No! ¿Porque algún informante anónimo me contó alguna historia secreta? Menos! ¿Porque se me ocurrió construir una teoría conspirativa a partir de mi modesto conocimiento de la “brillante” clase dirigente que tenemos? ¡Tampoco!

Llegué a dicha conclusión porque pienso que era el escenario que mejor acomodaba a los fines y objetivos de dos hombres todavía influyentes en el país (entiéndase AGP y VMT). Su estrategia pasaba por no atacar ni enfrentar al candidato OHT (pasando por agua tibia todas las acusaciones e investigaciones que existían en su contra) y contando con la plataforma ya conocida desde el 2006, del 20% de voto duro que poseía el fujimorismo, les daban el escenario propicio para inducir a que la centro derecha peruana se enfrente, se divida y se autodestruya (como finalmente sucedió) para polarizar la elección entre los extremos: el cuco de OHT y la hija del reo KFH. Y, ¿por qué sería la final soñada de palacio? Porque dicho final, de haberles resultado de acuerdo a lo planeado y de no haber terciado el factor sorpresa, habría por un lado beneficiado enormemente a los que hoy purgan prisión por los delitos cometidos en los 90 (por lo menos ese era el pensamiento de varios de ellos) y por otro habría beneficiado enormemente a AGP y sus compañeros de cualquier investigación posterior a los ya conocidos faenones de los últimos 5 años y los que faltan por descubrir.

Sin embargo, los mencionados personajes no contaban que siempre puede haber un factor sorpresa que altere los planes y previsiones de los más diligentes, hábiles y maquiavélicos estrategas. Los grandes autodenominados titiriteros de la política peruana que se ufanaban (gracias a sus videos o su poder) en decidir quién no podría llegar al poder, no previeron lo impredecible, lo inimaginable, lo que si se los hubieran contado no lo habrían creído y esto es que: 1) Don Mario Vargas Llosa, nuestro querido y bien merecido Premio Nobel de Literatura, iba a obtener tan preciado galardón justamente este año; y 2) que con dicha distinción a cuestas sumado a su ya ganado y respetado prestigio mundial iba a endosar y defender con la intensidad y pasión que lo hizo la candidatura de OHT el “supuesto” seguidor de Hugo Chávez, el extremista de izquierda del cual no hacía mucho el propio Mario cuestionaba con legítima razón.

Sin embargo, como diría el gran Chespirito, Ollanta y sus asesores pueden decir ahora: “No contaban con mi astucia”, pues así como me atreví a escribir que la segunda vuelta electoral en el Perú era un experimento de laboratorio muy bien planeado y ejecutado, ahora agrego que esa movida de tuerca de Gana Perú, esa acción oportuna y brillante de haber conseguido el apoyo y el aval incondicional de Vargas Llosa fueron el factor sorpresa con el que nadie contaba y la razón de fondo del triunfo de OHT , mas allá de una muy bien llevada campaña y un disciplinado candidato.

El, Vargas Llosa, con su prestigio y su palabra empeñada, le dio a aquellos indecisos y escépticos de la primera vuelta la razón para creer en Ollanta.

Les dió la confianza para creer en lo que parecía increíble, que OHT no es el Hugo Chávez peruano, un potencial dictador ambicioso de poder, autoritario y abusivo, sino que es un demócrata que merece una oportunidad para cambiar las inequidades en nuestro país, un líder que gobernará respetando las libertades y generando más progreso, pero sobre todo el primer Presidente del siglo XXI que ha prometido que acabará con la lacra de la corrupción enquistada en todos los niveles de nuestra sociedad.

Ojalá y así sea. Suerte y éxito al nuevo Presidente y su gobierno, aunque estaremos atentos, pues el aval siempre se habría podido equivocar en extender tan decisivo e histórico respaldo, pero esa historia, está aún por contarse.